Como todos ustedes saben, a mi me gusta escribir de mis experiencias, y más cuando involucra lo que yo le llamo «EL GOZO», he conocido muchas ciudades, pueblos, países y la verdad todos tienen su encanto, pero cuando me senté a escribir de mi país, sentía que era especial, aunque no lo crean cada vez que escribo escucho a Frédéric Chopin para ver si me sale la musa y me da un chin mas de cultura. ¡Jijijij!

Lo Conocí en Bahía de las Águilas fue mi primer viaje junto con más personas, que pudieron aprovechar e ir conmigo o mas bien, yo ir con ellos a pasar un fin de semana en uno de los spot, me atrevería a decir, mas impresionantes que he visto si de playa se trata.

Se armó el viaje, lo publicamos en las redes sociales y se llenó en dos días, que gozo sentir que tanta gente inclusive que no me conocía quería acompañarme en este invento.

Fuimos a un lugar llamado Eco del Mar, en donde yo les di muchísima carpeta porque no fue un viaje regular para ellos, ya que la demanda de necesidades para que se lograra lo que yo quería no era usual para ellos.

Este viaje lo hicimos junto con mis amigos de Emely Tour, quienes me tuvieron demasiada paciencia y se portaron como el gran equipo que son, se que les voy a dar muchísima más carpeta. Hehehe!

Miren esta foto que tiró el verdugo de Emilio Rodgar pareciera que es de mentira y realmente no lo es, luego de esta foto les empiezo a contar la travesía de Lo Conocí en Bahía de las Águilas.

 

Lo Conocí en Bahía de las Águilas

Ese cielo que están viendo es real, es tan real como las 18 botellas de cava que nos tomamos en el trayecto en el autobús. Hehehe!

11:00 A:M nos juntamos todos en la Agencia y de ahí nos fuimos, una parte en sus vehículos, otros en el Autobús, y otros en dos jeepetas de mis amigos de AutoLink (Una Land Rover Discovery y una Range Rover Evoque) que disfrutamos haciendo test drive allá.

En el camino nos íbamos entre cava Sutter Home, vodka Stoli y ron Brugal, al ritmo del playlist del viaje, esta experiencia incluía un bartender dentro del autobús lo que nos facilitaba todo… hehe!

Llegamos primero a Barahona y nos paramos a comer comida dominicana: arroz, habichuela, aguacate y «pecao frito».

Luego cuando llegamos a Eco del Mar «por fin conozco a Katherine» que es una de las dueñas del lugar y yo le había dado carpeta que eso no tiene madre con todas las demandas que quería para que el viaje salga tal cual yo lo tenia en mente, fue tanto así que ¡ella y yo terminamos siendo panas! (Ya hablamos de que la lleve a La Fábrica a bailar)

En la noche tuvimos una cena demasiado buenísima, maridada con Brugal Leyenda, en donde desde langosta, filetes, dulce de coco con Brugal, todos nos sentamos y ahí empezó bajo millones de estrellas esta travesía